martes, 1 de marzo de 2016

EN DEFENSA DE LA EDUCACIÓN SEXUAL DESDE EL PRE-ESCOLAR

La educación sexual es parte de la educación integral que necesita un ser humano.
Somos seres sexuados y sexuales desde el nacimiento y hasta la muerte.
La adquisición de habilidades para la vida debe incluir:
  • ·       La comunicación
  • ·       El desarrollo de la inteligencia emocional
  • ·       La auto-regulación de los impulsos
  • ·       El aprendizaje de roles sexuales
  • ·       El aprendizaje del rol de género
  • ·       El auto-control de necesidades
  • ·       El auto-cuidado
  • ·       La prevención de riesgos

Todas las habilidades anteriores hacen parte de la educación sexual y deben empezar a orientarse desde la temprana infancia. La familia no es la única encargada de estas tareas porque actualmente el espacio socializador del niño y la niña por excelencia son los pre-escolares y los colegios desde la primaria.

Si la educación sexual es un proceso de formación de la autonomía, la auto-estima, los valores de convivencia y la salud integral individual y social el lugar donde el niño empieza a dar actualmente sus primeros pasos y a articular sus primeras palabras debe ser también un espacio en que haya consciencia de su necesidad de orientación para crecer como un ser sexual sano con las herramientas que le posibiliten esa tarea.

Actualmente se reconoce la importancia de establecer las bases del desarrollo de la inteligencia desde la más temprana infancia. Dentro de los tipos de inteligencia que propuso Gardner en 1998 están la verbal, la lógico-matemática, la naturalista-ecológica, la espacial, la musical, la corporal- kinestésica y la inteligencia emocional incluyente de la interpersonal y la intrapersonal bases de un desarrollo integral. 

Hoy es claro para la mayoría  de las personas que uno no espera a que un niño o niña tenga 12 años para empezar a enseñarle los conceptos matemáticos abstractos que le permitan un día entender el álgebra. Desde la más temprana infancia los padres empiezan a enseñar a contar con los dedos, hablan de cantidades y otros conceptos básicos para que el infante pueda después adquirir conceptos más complejos. Esperan también que en el jardín infantil le enseñen los números y le den bases para su aprendizaje de las matemáticas. 
Así también se hace en el área de desarrollo de inteligencia corporal y se empieza fomentando el gateo para dar la mano acompañando los primeros pasos y después ayudar al niño o niña a caminar, subir y bajar escaleras, montar en un triciclo, aprender a bailar y otras actividades como nadar, patear un balón y las habilidades para el desarrollo de un deporte por ejemplo. Son procesos paulatinos pero cuyas bases se establecen desde la temprana infancia. También es desde el jardín de infancia que se hacen actividades diseñadas hacia el adecuado desarrollo psico-motor del niño o niña.

Igualmente es fundamental posibilitar que los niños y niñas desde que empiezan a adquirir el lenguaje y la autonomía de movimiento que les dan sus primeros pasos reciban también elementos para cuidar su cuerpo, respetarlo, respetar a los demás y disfrutar con la compañía e interacción de sus pares y adquieran las bases para su desarrollo como seres sexuales autónomos, sanos y con  valores éticos en el ejercicio de su vida sexual adulta.

Los detractores de la educación sexual desde el pre-escolar plantean que esta les enseña a los niños y niñas el placer. Cualquiera que tenga experiencia viendo crecer a un bebé sabe que en su relación con el mundo él o ella disfrutan inmensamente de todo lo que experimentan, desde el recibir alimento hasta jugar con sus manos o meter objetos a su boca. Los niños y niñas son “gocetas” por naturaleza.

La relación infantil con el cuerpo es espontánea, positiva  y natural.  Dentro de sus procesos de exploración y curiosidad niños y niñas llegan incluso a tocar sus genitales que como tienen inervación especialmente sensible les produce placer. Sin embargo, no es una actividad en búsqueda de satisfacción sexual o descarga orgásmica como la que se da en jóvenes o adultos que tienen esa intención definida. Lo que puede ocurrir es que desde una mirada y actitud censuradora adulta que los juzga con sus parámetros negativos aprenden rápidamente a esconderse y empiezan a asociar lo genital y lo sexual con algo prohibido o malo. Así aparece una oportunidad para algunas personas, que con una sexualidad distorsionada y enfermiza, aprovechan la ignorancia y temores infantiles para abusar de niños y niñas. 

Ya está bien documentado el que la mayoría de los abusadores de niños y niñas son personas conocidas por ellos y de sus círculos familiares y sociales. Es necesario entonces contar con otros espacios además de la familia, que no siempre cuenta con todos los elementos, desde los cuales se ofrezcan herramientas de auto-cuidado para los  más pequeños.

Si desde los pre-escolares y los colegios de primaria hay espacios de educación sexual se puede hacer prevención dándoles a los niños y a las niñas herramientas de auto-cuidado y apoyando a las madres y padres en esta tarea primordial de cuidar y prevenir situaciones de abuso. Actividades en que se enseñe a través del juego, la música, el juego de roles, vídeos y rondas a conocer, cuidar y respetar el propio cuerpo y cuidar y respetar el de los demás, a expresar emociones, a decir no cuando alguien quiera tener un toque que el niño o niña sientan incómodos, a buscar a alguien que le proteja en caso de una amenaza, a no tener secretos malos. Estas son bases necesarias en un proceso de iniciación a una educación sexual para la vida juvenil y adulta.

Un proyecto de educación sexual desde el pre-escolar que enseñe desde temprano la importancia de la vida de un bebé en el embarazo hace que se siembren las semillas de prevención del aborto.Un proyecto de educación sexual y afectiva desde el pre-escolar permite el desarrollo de personas con mejor inteligencia emocional que a su vez redunda en mejores relaciones interpersonales. La guía para la expresión sana de las emociones independientemente del género al que se pertenezca (Los niños si pueden llorar cuando sienten tristeza y no ahogar sus penas en alcohol o involucrarse en actividades agresivas cuando crecen, las niñas pueden y deben expresar la rabia de manera asertiva sin reprimirla y deprimirse cuando se hacen mujeres) ayudaría a mejorar las relaciones de pareja.

El pre-escolar es un espacio privilegiado para enseñar respeto por las diferencias porque los niños y niñas pequeños tienen menos prejuicios que los jóvenes y adultos. La colombiana es una sociedad diversa en etnicidad, costumbres regionales, creencias religiosas, niveles educativos, ingresos, composición de las familias y niveles en la calidad de vida; pero todos los niños y niñas tienen derecho a crecer para ser sanos y felices, tienen derecho a que su cuerpo, su integridad y su salud física y mental se garanticen y a no ser víctimas de ningún tipo de discriminación ni de abuso. Por eso todos y todas deben ser protegidos y la educación sexual cuenta con herramientas para apoyar este proceso.





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