jueves, 18 de febrero de 2016

10 MITOS SOBRE EL VIH – SIDA


1. Las mujeres se infectan más fácilmente con el VIH que los hombres.


Todos los seres humanos, independientemente de que sea­mos hombres o mujeres, niños/as o ancianos/as, estamos en ries­go de contraer el Virus de Inmunodeficiencia Humana. No importa nuestra edad, etnia, orientación sexual, religión, cul­tura, nivel socio-económico o educativo. Independientemente del sexo, el riesgo de infectarse con alguna Infección de Transmisión Sexual(ITS), depende del tipo de práctica sexual que se tenga, si es protegida o no. Si es un hombre o una mujer que tiene prácticas sexuales anales, por ser la mucosa anal tan delicada se rompe y permite facil­mente la transmisión del virus. La persona que recibe el semen, tendrá mayor posibilidad de contraer el virus. Si hablamos de una relación en la que el hombre penetra a la mujer (relación vaginal) es más probable que la mujer adquiera el virus a que el hombre lo adquiera en esta relación, pues la mucosa vaginal es más delicada que el tejido que recubre el glande o cabeza del pene, y al haber contacto entre el semen y al­guna pequeña herida en la vagina se va a facilitar el ingreso del virus al organismo.

2.Por la apariencia de una persona se puede saber si tiene o no el SIDA.

                
No. La única forma de saber si una persona está o no infecta­da con el VIH es con una prueba de laboratorio. No es posible saberlo a simple vista, o por si está muy flaco, o muy gordo, o si tiene ciertas manchas, enfermedades o síntomas, dado que existen otras enfermedades que también provocan inmuno supresión.
La primera prueba de laboratorio que se utiliza es la prueba ELISA para VIH que per­mite detectar las defensas específicas que el cuerpo produ­ce contra el VIH, llamadas anticuerpos. Para ello se necesi­ta tomar una muestra de sangre de la persona que desee el examen. Se le llama prueba presuntiva, porque no es concluyente, su resultado puede ser reactiva, no reactiva  o indeterminada. Si la prueba de ELISA para VIH-1 arroja un resultado positivo debe repetirse y si ésta confirma el resultado inicial se debe realizar el Western Blot para estar totalmente seguros. El Western Blot es una prueba de laboratorio más específica que la de ELISA, porque detecta los anticuerpos individuales contra todas las proteínas que componen el virus. Se le denomina confirmatoria porque con una alta probabilidad define si una persona tiene el virus que causa el sida, el VIH.
Con estas pruebas convencionales los anticuerpos que produce el cuerpo contra el VIH son detectables sólo unos meses después del momen­to en que la persona se infectó. A esto se le conoce como Ventana Inmunológica, o el período de tiem­po comprendido entre el momento del ingreso de la infección y la de­tección de los anticuerpos por la prueba de laboratorio. El peligro aquí es que aunque no se detecte el virus, sí se pue­de transmitir.

3.Si uno tiene contacto social con una persona con VIH se puede infectar.


Definitivamente el contacto social con una persona seropositiva no implica riesgos. El VIH es un virus muy frágil y no sobrevive por fue­ra del cuerpo humano, pues lo afectan con suma facilidad la sequedad, el calor y los desinfectantes comunes. El VIH no se transmite al comer del mismo plato de una persona infectada, o al compartir el sanitario, la cama o su ropa. Tampoco al estrechar la mano, abrazar o tener un contacto corporal que no implique el intercambio de fluidos corporales como sangre, semen o fluidos corporales. Quien esté vi­viendo con el VIH puede convivir con su familia, puede dar y recibir abrazos, besos y mucho afecto.

4.Una persona se puede contagiar de Sida por un beso.


Cuando se habla de adquirir el VIH u otra ITS no se dice que una persona se contagia (esto solo ocurre con objetos) sino que la persona se infecta.  En cuanto a los besos, no se ha identificado ningún caso de transmisión del VIH en el mundo, que se haya producido por intercambio de la saliva en un beso. No hay riesgo de infectar a una persona a través de un beso, siempre y cuando este beso sea normal y no implique ningún tipo de acto violento donde vaya a haber mordiscos que pueden producir sangre, en cuyo caso sí habría posibili­dad de infectar a la otra persona, ya que habría un contacto de sangre con sangre y no por la saliva como se cree.
No existe evidencia científica de que con la saliva se pueda transmitir el VIH. Es cierto que se ha encon­trado el VIH en la saliva, pero su concentración no es la suficiente para que pueda transmitirse de una persona a otra. Lo mismo sucede con el sudor, las lágrimas, la orina y la materia fecal.

5.Ya existe una vacuna para prevenir el SIDA.


No, lamentablemente, aun no hay vacunas para prevenir el VIH o detener el avance del Sida. La investigación para descubrir una vacuna contra el VIH ha hecho constantes progresos durante la última década. Lamentablemente “constantes” no significa que sean lo suficientemente rápidos como para que toda la gente pueda beneficiarse de ella. Aunque los actuales intentos por acelerar el proceso y los programas de investigación para la introducción de vacunas tengan éxito, hay pocas probabilidades de que se pueda disponer  de una vacunación en gran escala contra el VIH antes del final del presente decenio.
Es muy difícil descubrir una vacuna exitosa contra el VIH. En la actualidad se gastan entre $400 y $500 millones de dólares por año en la investigación  de una vacuna contra el VIH, pero a pesar de todos estos esfuerzos, las particularidades del VIH hacen difícil y caro descubrir una vacuna. El VIH difiere de la mayoría de enfermedades infecciosas en que ataca directamente los glóbulos blancos  de la sangre, fundamentales para dirigir la respuesta del sistema inmunitario del organismo, y los vuelve incapaces de controlar la infección o prevenir la enfermedad. 
Las vacunas “clásicas” basadas en un microorganismo completo (virus o bacteria) muerto o convertido en inofensivo, pueden no ser lo suficientemente seguros para emplearse contra este virus porque podrían llevar a una infección  por el VIH. Por lo tanto las vacunas experimentales contra el VIH se basan fundamentalmente en pares de virus, lo que convierte su desarrollo en un desafío aun mayor.
Las múltiples cepas del VIH plantean más complicaciones. Se han identificado alrededor de 10 subtipos  del VIH-1, distribuidos en distintas partes del mundo. Los investigadores aun no saben si será posible desarrollar una vacuna de protección amplia o si será necesaria una vacuna de protección separada por cada subtipo.
Por último, la investigación para una vacuna contra el VIH sigue siendo una “inversión de alto riesgo/bajo rendimiento” para la industria del sector privado. Esto se debe en parte a que son los países de bajos ingresos los que tienen mayor necesidad de la vacuna. Un obstáculo aun más serio –al menos por ahora- es el conocimiento científico insuficiente de los mecanismos mediante los cuales el virus evade las respuestas naturales del sistema inmunitario del organismo. No se sabe con exactitud qué respuestas del sistema inmunitario hacen falta para impedir o controlar la infección por VIH. Hasta ahora los resultados no son los mejores y faltan aun mucho camino por recorrer.

6.Donar sangre implica un riesgo de infectarse con el VIH


No hay posibilidad de que el VIH se transmita al donar sangre, porque los equipos que se utilizan son en su mayo­ría desechables, lo que permite tener la certeza de que no va a haber ningún contacto con sangre infectada. La persona dona sangre, no recibe sangre.
La transmisión sanguínea o parenteral del VIH se realiza cuando la sangre de una persona infectada con el virus del sida (VIH) entra en contacto con algún tejido o parte del cuerpo de otra per­sona, siempre y cuando ésta tenga una herida.
Esta transmi­sión puede darse por medio de un objeto corto-punzante que esté infectado. En este caso puede ocurrir la transmi­sión cuando alguien se somete a una cirugía, o en consulta odontológica, si los instrumentos no han sido esterilizados adecuadamente. Por eso usted debe exigirle al profesional de salud, antes de cualquier procedimiento, que éste cum­pla con las medidas de bio-seguridad tanto para él como para usted.
La transmisión del VIH por sangre sobre piel sana, sin heridas, no es posible. En caso de que alguien se corte lo mejor es no entrar en con­tacto con esa sangre; ponga una barrera de protección que puede ser un guante, y si no puede lávese bien después del contacto si su piel estaba sana. Si está con alguna herida es mejor que se ponga en contacto con algún médico después del incidente.
A través de una trans­fusión sanguínea sí hay posibilidad de adquirir el VIH, pues esta consiste en que le pongan a una persona sangre o derivados de ésta, y si esa sangre no ha sido examinada con anterioridad puede estar infectada y así la persona adquiere el virus, tal como les sucedió a personas hemofílicas que al recibir sangre adquirieron el virus. Para evitar esta forma de transmisión lo recomendable es exigir el sello nacional de calidad en las bolsas de sangre o si es posible realizar una auto-transfusión cuando se trate de una cirugía programada, pues la sangre a colocar es la misma de la persona, que con anterioridad la ha almacenado.

7.La ducha vaginal después de una relación sexual previene el SIDA.


Los virus se transmiten de forma inmediata y si se tiene una relación sexual penetrativa sin condón con una persona in­fectada con VIH, es muy posible que el virus entre al organismo y ya no hay nada que valga en ese momento. Las duchas vaginales son para el aseo, más no para matar el VIH. Es mejor consultar lo más pronto posible al médico e intentar un procedimiento de emergencia para disminuir el riesgo de infectarse con cualquiera de las ITS.

8. Si dos personas que tienen VIH tienen una relación sexual ya no necesitan usar condón, porque de todas maneras están infectadas.


Si la persona ya está infectada con el VIH y contrae una ITS, es posible que ésta contribuya a debilitar el sistema inmune del individuo. Por ello se recomienda tener en todo caso prácticas sexuales protegidas con preservativo. Además el VIH tiene varios tipos de cepas (se han identificado alrededor de 10 subtipos  del VIH-1, distribuidos en distintas partes del mundo) y si dos personas con diferentes tipos de cepas tienen un intercambio de fluidos que las contengan, van a intercambiarlas y se va a producir una situación llamada re-infección; aumentando la cantidad de virus en el cuerpo de la persona y las cepas que la infectan. Esto puede incluso llevar a que desarrolle SIDA más rápidamente.
El hecho de que una persona tenga o haya tenido una ITS permite que esté más propensa a adquirir el VIH. Si la persona tiene una ITS la piel o mucosa está maltratada y posiblemente lacerada, facilitando así la entrada de otra infección, como el VIH.

9.Un bebé que nace infectado con SIDA se muere muy pronto.


Un bebé al nacer puede tener un resultado para la prueba de inmuno-absorción enzimática ELISA positivo, pero éste puede obedecer a que la madre le transmite al bebé los anticuerpos que produce el organismo contra el virus, más no el virus.
Por ello, todo niño o niña que nazca de una madre infectada debe continuar bajo seguimiento médico con el fin de detectar si está o no infectado. Es recomendable repetirle la prueba a los seis, a los doce y a los dieciocho meses de nacido para saber si está infectado realmente, en cuyo caso proceder con todos los cuidados pertinentes para sus vacunas, su alimentación y cuidado bio-psico-social.
Según su nivel de infección y su estado nutricional, un niño o niña que nace infectado con el VIH y no recibe tratamiento, puede vivir en promedio de tres a cinco años. Pero se ha demostrado con los nuevos medicamentos y con apoyo psico-social, que estos niños y niñas pueden llegar hasta más allá de la pubertad y desarrollar vidas relativamente adaptadas a su medio social, sin renunciar a estudiar, enamorarse, ni cumplir con sus sueños.

10. Si una persona tiene un resultado de VIH negativo es que no está infectada y por eso carnetizar a las personas sería bueno.


El SIDA no se puede detectar tan pronto el virus entra al cuerpo por una prueba de ELISA. Con esta prueba convencional, los anticuerpos que produce el cuerpo contra el VIH son detectables sólo unos meses después del momen­to en que la persona se infectó.
A esto se le conoce como Ventana Inmunológica, que es justamente el período de tiem­po comprendido entre el momento del ingreso de la infección y la de­tección de los anticuerpos por una prueba de laboratorio. El peligro aquí es que aunque no se detecte el virus, sí se pue­de transmitir. Una prueba de ELISA puede arrojar un resultado falso negativo, es decir, que en realidad es positivo, cuando la per­sona se encuentra en el período de Ventana Inmunológica.
También una prueba de ELISA puede arrojar resultados falsos positivos, es decir que, aunque la persona no esté infectada aparece un resultado como si lo estuviera debido a la presencia de anticuerpos contra otro tipo de infección.
Por eso es aconsejable repetir la prueba de acuerdo con los criterios clínicos y la posibilidad real de exposición al virus.
En Colombia, el Decreto 1543 de 1997 prohibe exigir cualquier tipo de prueba que permita saber el estado de infección de una persona si ésta no ha dado su aprobación o consentimiento. Solo el personal del centro de salud a través de una prueba clínica, puede identificar si una persona vive con el VIH o con el SIDA. Así mismo, este decreto prohibe la exigencia de esta prueba como re­quisito para ingresar a trabajar, a estudiar o a cualquier club social o deportivo.

Si uno sabe que alguien esta infectado, debe guardar la confidencialidad, de lo contrario puede ser demandado por violar los derechos humanos. Desafortunadamente el SIDA es una enfermedad que lle­va consigo la idea de muerte, y por eso se les teme a las personas que tienen el VIH, porque muchos piensan que al convivir con estas personas se van a infectar y por tanto van a morir. Esto obviamente es un temor infundado. Cuando una persona esta infectada se le ha de dar apoyo emocional, soporte familiar y social, atención integral, seguimiento y valoración constante para conservar su nivel de salud y bienestar.

AMOR PARA JÓVENES

ANDAMOS JUNTOS PERO NADA QUE VER

Se conocieron porque una amiga mutua los presentó una noche en que salían a rumbear con un grupo. A él le gustó ella desde que la vió porque tiene un cuerpo divino y una sonrisa muy linda. A ella le llamó la atención su mirada, que tiene buen sentido del humor y la hizo reír desde el principio. Conversaron parte de la noche y como a los tres días él la llamó y la invitó a salir. Ella no le había dado el teléfono por lo que se sorprendió. Cuando colgó, llamó a la amiga mutua y ella le dijo que a él le había gustado resto. Ella estaba nerviosa y se arregló desde temprano. Esa noche se despidieron con beso y ahora se ven todos los fines de semana y se hablan por teléfono unas cuantas veces entre semana. A ella casi no la dejan salir entre semana por el colegio aunque a veces dice que va a estudiar donde su amiga y allá se ven.
Llevan ya dos meses y medio andando juntos  y la mayoría de sus amigos saben de la existencia de su relación. Sin embargo ella no está segura de lo que él siente por ella porque nunca le ha dicho que la quiere o algo así. Él se siente bien con ella pero le desespera cuando le dice que hablen, porque sabe que de lo que ella quiere hablar es de la relación, pero él no sabe qué decirle. Ella le gusta y ya. No quiere hablarle de cuadrarse porque que mamera y no entiende por qué para ella ese rollo es tan importante. Ella se desespera porque quiere algo más seguro y piensa que él le tiene miedo a los compromisos. El a veces sale con otras amigas pero prefiere no decirle a ella para que no le haga una escena de celos. El piensa que si eso es ahora que no están cuadrados sería peor si le reconociera que la quiere. Sin embargo cuando ella sale con sus amigos él se enfurece y le parece el colmo. Ambos están confundidos y aunque les gusta andar juntos su relación les produce dolor.  ¿Qué sentido tiene esta situación?

Esta historia, parecida a algunas de la vida real es un ejemplo simple de la dificultad para muchas jóvenes de establecer vínculos afectivos con compromiso, buena comunicación y que les generen bienestar.
Según Robert Steimberg, autor de un libro llamado El triángulo del Amor este se conforma de tres componentes: Intimidad, pasión y compromiso.
La intimidad está dada por los sentimientos de acercamiento y vínculo e implica bienestar, felicidad junto a la persona amada, respeto, entendimiento, entrega, apoyo, valoración y comunicación con la pareja. La pasión es el deseo de unión con el otro, incluye la atracción y es el componente erótico del amor. El compromiso es la decisión de amar y el deseo de mantener ese amor.

Un amor completo incluiría los tres componentes. Sin embargo se pueden encontrar amores en que prima excesivamente uno de los tres y los otros son casi inexistentes.  Si los miembros de la pareja tienen ideas muy distintas sobre lo que quieren o esperan de la relación y además no tienen buena comunicación la experiencia amorosa va a ser motivo de dolor. Para la gente joven el componente pasional del amor es muy importante y generalmente muy intenso; eso hace que las necesidades de intimidad y compromiso ha veces se vean descuidadas generando malestar. Es fundamental reconocer que el compromiso bien entendido, no como posesividad y control del otro, es vital para hombres y mujeres porque genera confianza. La comunicación es la herramienta fundamental que construye la intimidad y posibilita fortalecer la relación. No importa que tan joven sea una persona; si se da la oportunidad el amor puede ser una experiencia muy positiva si se abre al compromiso, la intimidad y la pasión.

10 MITOS SOBRE LA VIOLENCIA SEXUAL

1. Una violación es un acto impulsivo.

La violación es una relación sexual forzada y contra la voluntad de una de las partes. No hay un solo tipo de violación y existen distintos tipos de violadores. Hay violadores que planean la violación, incluso durante meses y pueden aguardar hasta ganarse la confianza de su víctima. Hay violadores crónicos, pero son una minoría. Algunos estudios en diferentes países afirman  que en las culturas patriarcales y machistas algunos hombres violarían a una mujer si estuvieran seguros de que su comportamiento no tendria castigo. Generalmente la violación es un acto planeado y los violadores cumplen algunos pasos para llegar a ella. Seleccionan a la victima, prueban si se intimida, la  amenazan de acuerdo a la resistencia que oponga, y finalmente la violan.
En Colombia el 78% de los delitos sexuales son cometidos por personas que la victima conoce.  
                                                                                                        

2. La violación tiene motivaciones básicamente sexuales.

Para la mayoría de los violadores el sexo es un factor secundario dentro de sus motivos para realizar una violación. Los factores de mayor peso son: 
1) ira o venganza contra la mujer y 
2) necesidad de control y poder sobre la mujer. 

La violación es un acto de dominación; el violador busca reforzar su identidad masculina, probar su capacidad sexual y su poder. La violación para un violador crónico es un acto de hostilidad y desprecio hacia la mujer y el sexo es considerado algo degradante utilizado para agredir y humillar a la mujer.   En un estudio realizado por Groth con violadores encarcelados en Estados Unidos en 1977 el 75 % tenían una disfunción sexual (disfunción erectiva y/o eyaculación precoz). La violación no se comete por placer o para reproducirse, sino para dominar mediante el sexo. La violación es también una táctica de guerra. ¨La práctica de violar mujeres de un grupo conquistado ha seguido siendo un rasgo característico de las guerras y las conquistas desde el segundo milenio A.C. hasta el presente¨(Gerda Lerner, 1990).

3.Una víctima de una violación tiene algún grado de culpabilidad porque provocó al violador con su apariencia o comportamiento.

Este es tal vez uno de los mitos más maltratantes para las mujeres. La violación es un delito en el que la cultura y muchos sistemas judiciales ponen a las víctimas a probar su inocencia. La violación se comete en su mayoría contra mujeres y niñas entre los 10 y los 30 años, pero ocurre incluso contra niñas pequeñas y contra ancianas cuya apariencia y comportamiento no tienen ninguna influencia sobre el acto de que son víctimas. En un estudio realizado en Cali en el año 2000 se encontró que una tercera parte de las mujeres violadas eran vírgenes en el momento en que las violaron y que casi el 60 % eran menores de 20 años.  Según Symmons para que ocurra una violación no se requiere de una actitud incitante por parte de la mujer, y su sola presencia puede estimular el deseo del varón. Algunos evolucionistas plantean que el varón tendería a buscar copulas gratuitas e impersonales  y eso posibilitaría la ocurrencia de violaciones cuando hubiera poco riesgo para el hombre. Socialmente tiende a culparse a las víctimas de la violación  y aun las mujeres violadas tienden a sentirse culpables del hecho y a guardar silencio.
Existe un mito asociado a este y es que  profundamente o en secreto las mujeres desean ser violadas y que gozan de la violación. Esta idea completamente errada hace que se produzcan mucho daño a la sexualidad de las mujeres.

4. Si una persona no lo desea no puede ser violada.

Típicamente la violación es efectuada por un hombre sobre una mujer u otro hombre. Biológicamente la mayoría de los varones son más fuertes que las mujeres.  Brownmiller plantea que por mandato biológico el varón tiene la capacidad estructural para violar y la mujer la vulnerabilidad para ser víctima de una violación. Es difícil creer en una violación en que la víctima sea un hombre y quien viola sea una o varias mujeres. Algunos estudios (incluidos reportes de Kinsey, Sarrel y Masters(1982)) han encontrado que algunos hombres reaccionan con una erección a situaciones intensas de ira o miedo y aunque los casos son raros se han dado violaciones de mujeres a hombres. La violación homosexual en situaciones como prisiones es muy conocida.
Con el empleo de amenazas físicas o armas la situación de indefección de la víctima se agudiza. En Colombia se hizo un estudio  en el Centro de Información y Recursos para la mujer de Bogotá en 1990 que encontró que en 25% de los casos de violación hubo armas blancas involucradas y en 4% armas de fuego. En 9% de los casos hubo escopolamina y en 25% de los casos hubo clara presión psicológica o moral. En muchos casos hay agresión física (amarrar, cachetadas, puños, patadas, cortadas) como elemento antecesor o acompañante de la violación.

5. Los hombres no sufren acoso sexual.

Los hombres no están exentos de sufrir acoso sexual por parte de las mujeres o de otros hombres y la pertenencia a una cultura machista en que el estereotipo les induce a tener una imagen de estar interesados permanentemente y sin mucha selectividad en el sexo complica su situación. Generalmente los hombres terminan accediendo al acoso para demostrar su hombría. Hay pocos estudios sobre este tema; sin embargo el estudio realizado por  AVSC Internacional y la Fundación Cinder de la Universidad del Valle en el 2000 sobre opiniones y comportamientos de los hombres colombianos en Salud Sexual y reproductiva encontró que los hombres si reconocen que pueden ser víctimas de acoso sexual en el trabajo, en la calle, en la casa y en los colegios. En Cali plantean que pueden ser chantajeados para conservar su empleo especialmente si son pobres.

6. Muchas mujeres inventan que las han abusado o violado cuando ellas querían la relación sexual, pero después se arrepintieron.

Esta idea es una distorsión sexista para negar a la mujer su derecho a a la autonomía sexual. Ya están lejanas las épocas en que una mujer adulta requería una justificación para ejercer su sexualidad o apelaba a decir que la ignorancia era la motivación para una relación sexual.
En el caso de una niña pequeña ella no inventa una situación de abuso sexual y cuando sus comportamientos tienen altos componentes eróticos se puede pensar en que ha sido expuesta a material sexual explícito o ha sido víctima de una situación de abuso sexual.
En el caso de violaciones entre personas conocidas o "amigos" ocurre a veces que la mujer quería algún tipo de contacto físico, pero sin llegar a un coito y su compañero no se detiene ante la solicitud de ella sino continua y la viola. En muchas de estos casos está involucrado el alcohol y otras sustancias psicoactivas. Esto se enmarca en una cultura donde los estereotipos para el comportamiento sexual de las mujeres y los hombres crean en ocasiones múltiples malentendidos. El guión sexual de la mujer implica control, resistencia, negaciones aparentes y mensajes negativos, mientras que el guión sexual del hombre implica presión, exigencia, conquista, convencimiento y saber leer los verdaderos deseos de la mujer y sus mensajes dobles. Es necesario que las mujeres aprendan a ser más asertivas en sus mensajes sexuales y los hombres a ser más cautelosos en sus lecturas de la comunicación sexual de las mujeres.

7.Una persona nunca se recupera de una violación.

Las posibilidades de recuperación física, psicológica y social después de una violación van a depender de factores relacionados con las características de la víctima y de la experiencia de violación. Si en la violación la persona se infecta con una infección de transmisión sexual, si hay un embarazo, si hay lesiones físicas, si hay amenazas de muerte u otros agravantes esto dificulta la sanación. También es importante la edad de la víctima, las fortalezas de su personalidad, la resiliencia (concepto psicológico de capacidad de adaptación a situaciones nuevas) el apoyo familiar y social que reciba. Una mujer si puede superar una violación y aunque puede tener stress post-traumático con la diversidad de síntomas que pueden aparecer si recibe apoyo profesional, familiar y social a su situación puede superar la dolorosa experiencia que vivió. Es triste pensar que el 30 % de las mujeres colombianas sufrieron algun tipo de violencia sexual en su infancia y que 7 de cada 10 mujeres adultas ha tenido algun tipo de contacto sexual en contra de su voluntad, pero si se aumenta la conciencia social sobre lo inadecuado e indeseable de esta situacin, si se rompe el silencia y se condenan los delitos la impunidad no seguira siendo complice de quines cometen este tipo de delitos y las mujeres estarán más empoderadas para prevenir esta situación y mejor preparadas para manejarla en caso de que sean víctimas de ella.

8. Los violadores son fácilmente reconocibles.

Quienes violan a una persona no tienen una tipología claramente destacada. Los estudios de violadores se han hecho con violadores convictos, que desafortunadamente son la minoría. En estos estudios se ha encontrado que son jóvenes y que  tienden a repetir el delito de violar. También se ha encontrado que la mayoría de ellos no son asesinos y solo 1 de 500 mató a su victima. De las violaciones que ocurren solo se reportan entre un 10 % y un 20 % de los casos, por lo que se sabe muy poco de los violadores en general. No se pueden reconocer porque se encuentran en todos los grupos étnicos, en diferentes estratos sociales, con diversos estados civiles, niveles educativos y con diferentes edades. Es imposible elaborar un perfil porque pueden tener todo tipo de características.

9. Quienes abusan o violan a las mujeres son desconocidos por sus víctimas.

Los estudios varían sobre el porcentaje de las violaciones que son perpetradas por conocidos de las víctimas. Algunos afirman que el 78 % de los casos son cometidos por conocidos de las víctimas, otros hablan del 50% de los casos, pero como el sub-registro de denuncias es tan elevado los datos no son confiables. Desafortunadamente tambien hay violaciones incestuosas por parte de padrastros, hermanos, tios, primos e incluso padres. No son infrecuentes los casos de violación por parte de amigos, novios y esposos. Desde los años 80, en Colombia ya está reconocida como delito la violación conyugal.

10. La mayoría de las violaciones ocurre en lugares oscuros, desiertos y poco frecuentados por la victima.


La mayoría de las violaciones ocurren en una casa, ya sea de la victima o de otra persona. También pueden ocurrir cerca de la casa de la victima, en su barrio, en potreros o en calles solitarias. También los vehículos se utilizan para una violación.

12 MITOS SOBRE LA ORIENTACIÓN SEXUAL

1.          Una persona es homosexual por “culpa” de un trauma en su vida.

La etiología de la homosexualidad es desconocida, como lo es la de la heterosexualidad. Aunque hay varias teorías que buscan establecer por qué un porcentaje de la población es homosexual, alrededor de 5% para los varones y de 2% para las mujeres (Whitam,1983), ninguna de ellas tiene un respuesta definitiva. 
Existen ¨explicaciones¨ para la homosexualidad que se basan en teorías biologicistas como factores genéticos, endocrinos o prenatales. Se ha especulado sobre imbalances hormonales y estructuras diferentes a nivel cerebral, pero no hay ningún estudio definitivo. También hay teorías psicoanalíticas que parten de que la homosexualidad es una alteración en el desarrollo psicosexual, teorías del aprendizaje que plantean que el homosexualismo se aprende, teorías interaccionistas que integran elementos como la maduración y el deseo sexual con elementos ambientales como el aprendizaje y las relaciones interpersonales. 
Pero no hay una explicación definitiva. Incluso no hay una homosexualidad, sino múltiples personas homosexuales y cada una de ellas es única y tiene su historia y características individuales.
La homosexualidad es la preferencia afectiva y erótica por personas del mismo sexo y no puede determinarse únicamente con el comportamiento sexual, porque un homosexual puede involucrarse, bajo ciertas circunstancias, en un comportamiento heterosexual y un heterosexual en un comportamiento homosexual y esto no cambia su orientación. 
Según Kinsey, en Estados Unidos en 1963, el 33 % de los hombres heterosexuales y el 8% de las mujeres habían tenido alguna experiencia homosexual y Giraldo (1987) en Colombia según su investigación encontró que el 21% de los varones universitarios y el 2% de las mujeres habían tenido alguna experiencia homosexual en su vida.
También puede darse el caso de que un homosexual decida mantenerse célibe y no tener relaciones sexuales con nadie y esto no le quita su orientación homosexual.

2.          La homosexualidad se puede curar.

La homosexualidad no es una enfermedad y tampoco implica problemas de adaptación psicológica. La Asociación Americana de Psiquiatría eliminó la homosexualidad de los trastornos de Personalidad 
en diciembre del año 1973. Ni la psicología, ni la psiquiatría modernas consideran a las personas homosexuales mentalmente sanas con mayores niveles de desadaptación que las heterosexuales. 
La orientación sexual (hetero, homo o bisexual) es una característica que se produce por diversas causas ninguna de las cuales está plenamente estudiada, ni es concluyente. No hay estudios científicos, ni pruebas de que las personas homosexuales sean individuos emocionalmente inadaptados, ni sufran más trastornos psiquiátricos que los heterosexuales.
Un pequeño porcentaje de personas homosexuales no aceptan su condición homosexual y pueden presentar problemas de adaptación porque se sienten inadecuadas. Este conflicto permanente consigo mismos les lleva  a la neurosis, a la depresión e incluso al suicidio por la continua insatisfacción en que viven.  La actitud del medio también influye en esta situación. Hay sociedades profundamente homofóbicas que tienden a discriminar, censurar y maltratar a las personas homosexuales lo que definitivamente influye en sus sentimientos de malestar con su condición. Pero si una persona homosexual crece en un ambiente que respete esta característica, no tendrá dificultades de adaptación a su condición. 

3.          El amor entre personas homosexuales es antinatural.

Pensar que dos hombres o dos mujeres no pueden enamorarse es una limitación, producto de una historia que niega posibilidades a los seres humanos. En la historia como en la vida cotidiana se encuentran ejemplos de parejas constituídas por personas del mismo sexo que comparten relaciones comprometidas, afectuosas y satisfactorias. La naturaleza ha dotado a las personas de la capacidad de amar a personas de ambos sexos y son la cultura y las diversas sociedades quienes han limitado las posibilidades mediante condicionamientos negativos. Aunque las razones de la orientación del deseo sexual no están claramente definidas para el heterosexualismo, para el homosexualismo, ni para el bisexualismo, investigadores del tema como Kinsey y Pomeroy coinciden al afirmar que somos por naturaleza bisexuales afectivamente.

4. Los hombres homosexuales tienden a seducir menores.


La mayoría de los hombres homosexuales son conscientes de su orientación antes de llegar a la pubertad o pueden actuar inicialmente impulsados por su deseo homosexual, sin ser completamente conscientes de él. Cuando se da un encuentro entre un joven y un hombre adulto generalmente es por atracción mutua y no por seducción, lo mismo que entre personas heterosexuales. Gran parte de los homosexuales prefieren a personas de edad similar a la suya, con intereses parecidos y con una buena imagen masculina. Es equivocado creer que una experiencia de dos niños, o de un niño con un adulto homosexual va a volver al niño homosexual, ya que solo producirá este tipo de resultado si la tendencia ya estaba presente. Finamente hay que aclarar que el 97% de los casos de pedofilia (relación sexual de una persona adulta con un niño o niña) son llevados a cabo por heterosexuales(Giraldo Neira, 1995).

5. Los homosexuales son hombres afeminados.


La mayoría de los hombres homosexuales siguen roles masculinos y son masculinos en su figura y modales. No se puede creer en un estereotipo que proclama que se puede reconocer un hombre homosexual por su apariencia, sus ademanes, su voz o su ocupación. Es totalmente falso que los homosexuales se dediquen especialmente a una profesión (peluqueros o decoradores de interiores) porque se encuentran en todos los campos laborales. Hay homosexuales médicos, ingenieros, abogados, deportistas, educadores y políticos. Solo un 15 % de los hombres homosexuales se comportan de manera afeminada (Voeller, 1980, citado por Masters y Jhonson,1991). Por otra parte, también hay hombres heterosexuales que hablan con un tono de voz afeminado o que tienen ademanes femeninos. 

6. En una pareja homosexual uno hace el papel de hombre y otro de mujer.


De acuerdo al machismo imperante y dependiendo del grado de rigidez en los roles sexuales en una cultura, puede haber menos flexibilidad en los papeles pasivos o activos en las parejas (hetero u homosexuales). 
Esto hace que entre las parejas homosexuales algunas asuman roles más rígidos, mientras que otras tengan roles intercambiables o indiferenciados. Entre hombres homosexuales algunas veces uno asume papeles tradicionalmente femeninos y el otro masculinos, pero se encuentra con mayor frecuencia que ambos pueden asumir papeles femeninos o masculinos dependiendo de sus gustos y preferencias. Igualmente ocurre entre las mujeres lesbianas.
En cuanto al comportamiento sexual se han estudiado las prácticas de personas homosexuales en parejas y se encuentra que entre los hombres generalmente se intercambian los papeles de penetrar y ser penetrado y que las mujeres el sexo oral y las caricias genitales son ofrecidas y recibidas por ambas.
En cuanto a la apariencia y comportamientos de los hombres homosexuales y las mujeres lesbianas en una pareja; ellos pueden ser ambos muy masculinos y ellas muy femeninas, es un estereotipo pensar que a las mujeres lesbianas le atraen las mujer masculinizadas o que a todos los hombres homosexuales les atraen los hombres afeminados.

7. Los hombres homosexuales odian a las mujeres.


Los homosexuales se sienten atraídos por otros hombres homosexuales, pero no significa que odien a las mujeres o que sean homosexuales porque alguna mujer los traumatizó. Su relación con las mujeres puede ser como la de otros hombres de su sociedad y pueden ser buenos amigos de las mujeres. Su actitud es como la de los heterosexuales varones que por gustarles las mujeres no significa que generalmente odien otros hombres.


8.          Las lesbianas son marimachas y feas.

En el mundo las mujeres lesbianas son aproximadamente entre el 2% y el 4 % de las mujeres. Sus relaciones tienden a tener estabilidad con predominio de componentes afectivos que priman sobre los componentes exclusivamente eróticos. En sus relaciones no se encuentra un dimorfismo activo/pasivo (ni masculino femenino)  y sus papeles tienden a ser intercambiables. La mayoría de las mujeres lesbianas son de apariencia, ademanes y comportamientos femeninos acorde a lo esperado para un rol sexual de mujer en su cultura. Las mujeres lesbianas con apariencia masculinizada y marimachas son una minoría. Lo único que se ha encontrado en investigaciones norteamericanas es que más de la mitad de las mujeres lesbianas entrevistadas habían tenido una infancia activa con predominio de juegos para varones. En Estados Unidos el 50 % de las lesbianas han tenido una relación heterosexual. En cuanto a la belleza hay lesbianas hermosas y otras feas igual que en el caso de las mujeres heterosexuales.

9.          Una mujer se vuelve lesbiana por culpa de los hombres.

Una mujer exclusivamente lesbiana no escoge serlo, solo le atraen las mujeres. No se sabe cual es la etiología del lesbianismo. No hay una teoría explicativa que sea concluyente. Entre las teorías de origen psicoanalítico se destaca la de la envidia del pene, hoy claramente desacreditada. Ninguna estructura familiar es común, como tampoco experiencias infantiles, ni razones hormonales.
Las lesbianas tampoco odian  a los hombres. Simplemente no los prefieren sexualmente. Tampoco quieren ser hombres; se reconocen, se aceptan y se sienten orgullosas de ser mujeres, algunas muy femeninas y otras con roles masculinos, pero no desean cambiar de sexo (como es el caso de las personas transexuales).
La identidad sexual de las mujeres lesbianas es clara para ellas. La mayoría de las mujeres lesbianas no necesitan, ni usan un pene o su remplazo para el placer sexual. Es falso que la mejor manera de obtener un orgasmo en la mujer sea con la penetración. Muchas mujeres lesbianas o no prefieren otras actividades sexuales como mejores estimulantes.

10.     Actualmente hay más homosexuales que antes.

La cantidad de personas homosexuales en una población es bastante estable en las diferentes culturas y en los diversos períodos históricos. En una población determinada entre el 5% y el 7% de los varones son homosexuales y entre el 2% y el 4 % de las mujeres son lesbianas. Las personas bisexuales son aproximadamente el 1 % de la población. Lo que sucede es que hay culturas represivas y culturas permisivas. Históricamente ha habido sociedades precolombinas como las chibchas que mataban los homosexuales y empalaban a los varones. Otras sociedades como la griega encontraban que el amor homosexual entre hombres era el más perfecto por ser entre iguales y la relación con mujeres era básicamente procreativa. Entre las mujeres se inmortalizó Safo quien en su isla de Lesbos magnificó el amor entre mujeres. Actualmente, principalmente en Occidente hay mayor apertura hacia la homosexualidad. En algunas sociedades las personas homosexuales se desplazan a ciudades capitales o ciudades más grandes donde hay mayor anonimato y mayores posibilidades de encontrar posibles parejas. Esto no significa que en ciudades como San Francisco en Estados Unidos donde hay un barrio homosexual hayan nacido más homosexuales en promedio entre su población, sino que se han agrupado allí, por la garantía de sus derechos y por las oportunidades de vivir su condición homosexual. También en países como Colombia hay una mayor población homosexual porcentualmente en la capital del país y de los departamentos que en las ciudades pequeñas. Igualmente a nivel de medios de comunicación hay mayor apertura y respeto hacia el tema de la homosexualidad.

11.       La bisexualidad esta de moda.


Históricamente el porcentaje de bisexualismo tiende a permanecer estable en diferentes sociedades y personas que se sientan atraídas por ambos sexos son aproximadamente el 1% de la población. Ellos y ellas pueden pasar de tener una relación con una persona de un sexo a sentir atracción y establecer una relación con una persona del otro sexo o sentirse atraídas en la misma época por hombres y mujeres. Los cambios en la vida moderna han traído muchas innovaciones en los comportamientos sexuales. Muchas personas, especialmente en la adolescencia están dedicadas a experimentar nuevas sensaciones y esto ha incluido probar actividades sexuales diversas. En la actualidad con la utilización masiva y temprana de alcohol y otras drogas como el éxtasis, personas heterosexuales se involucran en actividades homosexuales bajo la influencia de las substancias. Esto podría generar la percepción de que hay más bisexualidad en la actualidad, pero es un comportamiento circunstancial.

12.       Las personas bisexuales son homosexuales que no se han decidido a serlo.

Las personas bisexuales se sienten atraídas por personas de ambos sexos. Según las investigaciones de Kinsey el 15 % de la población heterosexual estadounidense había tenido al menos una vez en su vida una relación homosexual.
Las personas bisexuales se sienten decididamente interesadas por personas de ambos sexos y no son homosexuales indecisas ni heterosexuales que experimentan una relación homosexual.  Son personas que no tienen mayor grado de neurosis, desadaptación o enfermedad mental que los y las heterosexuales, los homosexuales y las lesbianas.
Puede haber personas con conducta bisexual sin una verdadera orientación sexual como en el caso de  una bisexualidad transitoria, en el caso de una persona que pasa de una situación heterosexual al reconocimiento de una homosexualidad. Otras personas lo hacen por experimentar, bajo el influjo de substancias o por curiosidad o para innovar en su vida sexual.
El grado de compromiso afectivo puede variar ampliamente entre las diferentes personas, desde relaciones con muy poco compromiso hasta otras con alto nivel de involucramiento afectivo y sexual.
El comportamiento bisexual puede darse alternando las relaciones con parejas de cada sexo o simultaneo, manteniendo relaciones con ambos sexos en el misma época.

Las personas bisexuales tienen más dificultades para encontrar aceptación de su preferencia sexual porque con frecuencia son rechazados tanto por homosexuales, como por heterosexuales.

7 MITOS SOBRE EL EROTISMO

1.    El placer sexual es algo natural.


Muchas personas consideran que el sexo es una experiencia sobre la que no se debe hablar, ni se necesita pensar, ni aprender, porque es ¨natural¨. Nacemos con una anatomía sexual, con unas potencialidades de comportamiento afectivo, erótico y reproductivo (estas últimas que se posibilitan con la maduración hormonal y la pubertad), pero de ahí a considerar que el comportamiento sexual y el experimentar placer sexual sean algo espontáneo hay un gran trecho. Desde antes del nacimiento hay prescripciones sociales sobre el comportamiento esperado para cada género y cada sociedad construye e instruye a sus miembros en los valores sexuales que profesa. Incluso una relación sexual tiene unos patrones que son aprendidos de acuerdo a las emociones, pensamientos y actitudes de cada persona. Cotidianamente realizamos infinidad de actividades a las que vemos como naturales pero cuyo aprendizaje nos costó trabajo, práctica y dificultades. Un bebé aprende a hablar, a caminar, a comer, a  vestirse y a seguir innumerables pautas de socialización a través de su educación hasta que sus comportamientos se vuelven ¨naturales¨. Un bebé puede sentir placer pero cuando este se erogeniza su desarrollo intelectual hace que no influya solamente la capacidad sensorial, sino la ideología que haya aprendido al respecto (ideas sobre el cuerpo, lo bueno, lo malo, el pecado, el mismo placer).
Considerar lo biológico como lo prioritario es una tendencia en sexología conocida como esencialismo o determinismo biológico y es definitivamente reduccionista y simplista, ya que deja lo social y lo histórico en lugar secundario siendo factores fundamentales para la comprensión de lo sexual. La sexualidad tiene más influencia del aprendizaje, de la cultura y de la imaginación, que de la anatomía y fisiología. Definitivamente como personas adultas también necesitamos aprender sexualmente. La espontaneidad y naturalidad en lo sexual solo pueden ser el resultado  de comportamientos aprendidos que se sientan propios e integren los valores, habilidades y emociones personales. Esto es posible  después de haberse apropiado de la experiencia sintiéndose cómod@ en su cuerpo y con la posibilidad de experimentar y producir placer en si mism@ y a otr@.
La capacidad de jugar, de deshacerse de prejuicios y paradigmas son las que le permiten a un ser humano dejarse llevar por sus sensaciones, abandonar sus racionalizaciones y superar conversaciones que lo limitan en vivirse plenamente sexual. El miedo al placer, se supera dejándose inundar, ahí si, por un ¨natural¨ reflejo orgásmico que expande la naturaleza sexual del ser humano.

2.    El tamaño del pene es importante para el placer sexual de la pareja.


La anatomía sexual es un tema que desvela a muchos varones. El tamaño del pene ha sido una preocupación generalizada entre quienes creen que ¨mayor es mejor¨. Esta es una preocupación masculina, porque para las mujeres lo que importa es el hombre detrás del pene y para ellas son otros los determinantes del placer. Anatómicamente la plataforma orgásmica femenina se forma en el primer tercio desde la entrada de la vagina, lo que hace que durante la penetración el largo de un pene sea un factor secundario. Además el fondo de la vagina, que tiene menor sensibilidad que otras zonas vaginales, se ensancha durante la fase de meseta lo que disminuye la sensibilidad de las paredes vaginales al contacto con el pene.
La mayoría de los penes tienen un tamaño promedio en erección y sus tamaños varían menos en este estado que en flacidez, porque un pene pequeño en flacidez crece más que uno grande. El sexólogo colombiano Alonso Acuña (Sexo y mujer, 1996) dice que no existe una regla fija, pero que un pene normal en laxitud mide entre 8 y 12 cm. y en erección puede llegar a 14,16 o 18 cm. La longitud y grosor del pene en laxitud no es directamente proporcional al pene en erección. Igualmente la pigmentación de la piel afecta la elasticidad y por ello hay una idea distorsionada del tamaño del pene de los hombres de raza negra, puesto que generalmente sus penes en flacidez si son más largos que los de hombres de otras razas, pero con sus erecciones no aumentan tanto el tamaño.
Los hombres que tienen penes más grandes que el promedio (en Colombia es de 14 cm. (Acuña, 1987) reportan que no siempre es conveniente porque tienen que cuidarse de no maltratar a su pareja, que muchas mujeres les rechazan por temor a ser lastimadas o se niegan  a hacerles sexo oral por temor al tamaño de su pene.
Cuando se han entrevistado mujeres acerca del tema del tamaño del pene, la mayoría no le da importancia y dicen que aun los hombres con penes pequeños pueden ser buenos amantes porque se esfuerzan más por complacer a la mujer con otras formas de estimularlas, no sólo centradas en la penetración. Finalmente hay que recordar que la vagina es un órgano elástico y se adapta a diferentes tamaños y grosores, acomodándose al tamaño del pene. Es fundamental no olvidar que el órgano sexual más importante es el cerebro y que sin neuronas puede tenerse un pene descomunal que no sirva de absolutamente nada.

3.    La masturbación es un comportamiento inmaduro, propio de la adolescencia.
 

Sobre la masturbación o autoerotismo han existido históricamente innumerables mitos, especialmente relacionados con supuestas consecuencias negativas para la salud como que producía acné, afectaba el crecimiento, generaba esterilidad, hacía crecer pelos en las manos, causaba locura, pérdida de peso y ceguera. A pesar de lo risibles que puedan aparecer ahora estas ideas atemorizaron a y afectaron por décadas a hombres y mujeres. Estas ideas tan absurdas fueron sustentadas por médicos hasta principios del siglo XX y solo hasta 1940 se eliminó el errado concepto dentro de los manuales de pediatría sobre la masturbación como causante de  lesiones físicas y mentales y se puso el énfasis en el problema de la culpa que generaba en muchas personas.
La masturbación es un comportamiento que practican la mayoría de las personas  a lo largo del ciclo vital. Se da desde la niñez hasta la vejez y  es una forma de experimentación y aprendizaje sexual. Reconocer el propio cuerpo y las sensaciones que se pueden experimentar genitalmente en un ejercicio de empoderamiento y que da conocimientos a la persona sobre sus gustos y preferencias. El auto-erotismo y la masturbación están considerados como un derecho y varios modelos de terapia sexual la utilizan como herramienta para el tratamiento de disfunciones sexuales. Muchos sexólogos (Barbach, 1975; Hite, 1977; Money, 1980) consideran que la falta de experiencia masturbatoria puede desembocar en trastornos psicosexuales como impotencia y anorgasmia.
La idea de que la masturbación en las personas adultas es un signo de inmadurez proviene del psicoanálisis freudiano que plantea que si una persona dispone de una pareja y puede tener un coito, masturbarse es inadecuado. Sin embargo ningún estudio ha encontrado que quienes se masturban sean menos maduros que quienes no lo hacen. Adicionalmente es una práctica que puede ser una alternativa saludable para quienes tienen niveles de deseo sexual más altos que su pareja y una forma de aliviar tensión sexual facilitando la relajación.
La masturbación puede ser un problema cuando la persona la practica de forma compulsiva, con carácter excluyente de otras posibilidades, y cuando interfiere en otras áreas de desarrollo vital. Esta tan ocupad@ masturbándose que no tiene vida social, no estudia, no trabaja, no come.
Es también importante aclarar que si una persona nunca se ha masturbado o lo ha hecho pero renuncia a hacerlo por razones religiosas o preferencias personales no debe sufrir ningún de juicio al respecto, porque cada persona es responsable y debe ser respetada en las decisiones que tome sobre su sexualidad. El autoerotismo es una posibilidad, pero no debe ser una imposición.

4.    Un hombre debe estar siempre dispuesto y listo para el sexo.


Este mito hace parte del modelo fantástico del sexo, que promueven la cultura machista y los medios de comunicación. Sin embargo, los hombres en la vida real funcionan sexualmente y disfrutan de su sexualidad dependiendo de factores y condiciones como su edad, estado de salud, sentimientos, tipo de relación en la que se encuentren y valores al respecto. Un hombre no es una máquina (aun, un carro necesita tener gasolina para funcionar) y la idea errónea de que un hombre puede tener una erección y una relación sexual, sin ningún tipo de condiciones genera más de una frustración e inquietudes sobre su función sexual a los varones. No son pocas las mujeres que ante el incremento del período refractario en sus parejas, debido a los procesos normales del envejecimiento, piensan que el hombre les está siendo infiel porque ya no tienen con su compañero la frecuencia sexual de épocas anteriores. También son muchos los hombres que ante una ausencia o pérdida de la erección en una situación específica, empiezan a temer una impotencia, sin considerar que varios elementos influyen para que su respuesta sexual pueda darse. El cansancio, las preocupaciones, los problemas económicos y laborales, las peleas con la pareja, el estado de salud y aun la hora del día pueden influir en los niveles de deseo y en la capacidad y calidad de la erección, así como en la satisfacción sexual del hombre.
Los hombres tienen, como las mujeres, preferencias sexuales específicas  y condiciones para poder sentir deseo y tener una erección. Reconocer estas condiciones personales  y garantizarlas es un derecho de cada uno, ya que una cultura que tiende hacia el modelo del desempeño, sin consideraciones, crea variados problemas en la vida sexual masculina incluyendo altos niveles de ansiedad, preocupación por cumplir un rol, dificultades para disfrutar de  la vida sexual y aun apatía.
Son actualmente varios los hombres que se sienten con muy poco deseo sexual debido a la presión femenina que les exige un determinado nivel de desempeño ya sea por frecuencia o tipo de actividades. Esto causa más de un problema de pareja y hace que los hombres generen cada vez más resistencia ante la presión femenina.
Así como es respetable el poder de aceptar o rechazar una propuesta sexual en una mujer, debe ser hoy igualmente respetable ese derecho en un hombre, sin que por eso se cuestione su virilidad, su orientación sexual o su amor por su pareja.

5.    Los orgasmos vaginales son maduros y los producidos por estimulación del clítoris no.


Este mito tiene su origen en el psicoanálisis, ya que Freud fue el primero en hablar de orgasmos ¨maduros¨ e ¨inmaduros¨. Consideraba que si un orgasmo era producido en la vagina por la penetración esto hacia  a la mujer madura sexualmente, pero que si ella solo podía obtener orgasmos por estimulación de su clítoris era inmadura sexualmente.
Este mito es producto de una concepción falocéntrica que ubica en la penetración y en el pene la posibilidad de experimentar placer para  la mujer. Esto ha sido totalmente reevaluado por la sexología moderna. Fisiológicamente es importante recordar que un orgasmo siempre se produce en la plataforma orgásmica a nivel vaginal que se contrae rítmicamente 8 veces por segundo durante aproximadamente 5 segundos, y que el cerebro interpreta esta sensación como un orgasmo. Independientemente del punto donde se produzca la estimulación (boca, cuello, labios, pezones, clítoris o vagina) la respuesta se produce en la vagina y se interpreta en el cerebro. Para muchas mujeres es más fácil sentirse excitadas por la estimulación directa del clítoris, que con la penetración.
Las mujeres pueden experimentar orgasmos múltiples y al ser entrevistadas reportan la variabilidad de sus sensaciones orgásmicas.
La experiencia orgásmica es muy personal y puede variar entre las distintas personas y aun en una misma persona, dependiendo de las circunstancias Psico-sociales (como la afinidad con la pareja, las expectativas, los sentimientos), y de factores físicos como cansancio, estado de salud y tiempo transcurrido desde el último orgasmo, que afectan la intensidad. Las mujeres pueden desarrollar una alta sensibilidad a estímulos de diverso tipo, y pueden alcanzar orgasmos con recuerdos y fantasías, sin ningún estimulo físico. Hay mujeres que experimentan orgasmos en estado de hipnosis al revivir escenas sexuales.

6.    Solo los hombres eyaculan.


La falta de información hace que muchas personas consideren que la eyaculación femenina es un mito. Durante mucho tiempo se pensó que solamente los varones podían eyacular. La investigación en el siglo XX encontró que para un 10% de las mujeres eyacular es una experiencia posible. La emisión de fluido a través de la uretra en el momento del orgasmo se conoce como orgasmo húmedo y produce una sensación descrita como profundamente placentera en las mujeres que la experimentan. Desde 1953 un urólogo, Samuel Berkow, estudio las glándulas de Skene (descritas en 1880 por Alexander Skene), encontrando que ellas poseían tejido eréctil. Perry, Whipple y Ladas (1981) encontraron y demostraron que la eyaculación femenina existe y que la emisión de líquido puede ser muy abundante llevando a algunas mujeres a creer que habían orinado y produciéndoles incomodidad. Para las mujeres sus primeras experiencias eyaculatorias suelen ser episodios sorprendentes e incluso algunas reportan incomodidad al creer que lo que expulsaron era orina.
En 1978 Bennet llegó a  la conclusión de que la eyaculación femenina era producida por las glándulas de Skene a las que llamó ¨próstata femenina¨.
El líquido expulsado se parece al fluido producido por la próstata y contiene alta cantidad de fosfatas ácidas. Algunas mujeres expulsan este líquido en todos los orgasmos y otras ocasionalmente, dependiendo de los niveles de excitación o por la estimulación digital del punto G (zona de la vagina de especial sensibilidad y cuya estimulación produce altos niveles de excitación sexual).
Los hombres que tienen una experiencia sexual con una mujer que expulsa grandes cantidades de líquido en el orgasmo inicialmente se sorprenden, pero para la mayoría es una experiencia también muy placentera, tanto por los altos niveles de excitación que ven en la mujer, como por las sensaciones que les produce a ellos.
Aunque el porcentaje de mujeres que reportan experimentar la expulsión de grandes cantidades de fluido durante el orgasmo está entre el 7 % y el 10% según el estudio al que se haga referencia, tal vez más mujeres podrían tener orgasmos húmedos si se dejasen llevar pos las sensaciones de placer. Sobre este tema todavía hay varias preguntas sin resolver como aquellas relacionadas al por qué las mujeres que lo experimentan pueden hacerlo, qué características tienen estas mujeres a nivel físico y emocional, y si se puede aprender a sentir estas sensaciones.
Lo importante es saber que existe una experiencia llamada eyaculación femenina y que cada día se va a ir descubriendo más sobre esta posibilidad femenina.

7.    El alcohol y las drogas mejoran el desempeño sexual.


Se dice que el alcohol es un embellecedor, porque cuando alguien lo ha consumido va a todos los demás atractivos. En realidad el alcohol es un depresor del sistema nervioso central y como tal hace que su ingesta en pequeñas cantidades desinhiba, inicialmente, a la persona. Esto hace que quien ha tomado alcohol se sienta más seguro, hablador y sociable. Para muchos esto es un factor que incrementa su deseo sexual y les posibilitaría acceder más fácilmente a una situación erótica.
Sin embargo, el consumo de alcohol en mayor cantidad puede generar interferencias en la respuesta sexual. Puede afectar la lubricación en la mujer e inhibir la erección en el hombre, así como alterar la respuesta de excitación masculina demorando la eyaculación.
Cuando la persona es bebedora habitual o francamente alcohólica puede haber daños permanentes en el tejido eréctil y causa impotencia
Otras substancias psicoactivas pueden tener diferentes efectos inmediatos y a largo plazo.
El éxtasis produce inicialmente como su nombre lo indica altos niveles de deseo y excitación, pero el desempeño no está garantizado, y puede afectar la lubricación en la mujer.
La cocaína, como estimulante que es,  incrementa el deseo y la excitación. En dosis elevadas puede causar impotencia y retrasar el orgasmo en la mujer.
La marihuana puede incrementar las sensaciones sexuales momentáneamente, pero consumidores habituales pueden presentar apatía sexual.
Los medicamentos para tratamientos médicos también pueden afectar la respuesta sexual de variadas maneras. Algunos alteran los niveles de deseo, otros afectan la erección, y otros el orgasmo. Por ejemplo algunos anti-hipertensivos disminuyen el deseo sexual y pueden causar impotencia.

Es importante que si una persona es medicada pregunte al profesional que le trata si el medicamento puede tener efectos secundarios que afecten su vida sexual, porque aun sigue siendo tabú para muchas personas hablar al respecto.