jueves, 18 de febrero de 2016

10 MITOS SOBRE EL VIH – SIDA


1. Las mujeres se infectan más fácilmente con el VIH que los hombres.


Todos los seres humanos, independientemente de que sea­mos hombres o mujeres, niños/as o ancianos/as, estamos en ries­go de contraer el Virus de Inmunodeficiencia Humana. No importa nuestra edad, etnia, orientación sexual, religión, cul­tura, nivel socio-económico o educativo. Independientemente del sexo, el riesgo de infectarse con alguna Infección de Transmisión Sexual(ITS), depende del tipo de práctica sexual que se tenga, si es protegida o no. Si es un hombre o una mujer que tiene prácticas sexuales anales, por ser la mucosa anal tan delicada se rompe y permite facil­mente la transmisión del virus. La persona que recibe el semen, tendrá mayor posibilidad de contraer el virus. Si hablamos de una relación en la que el hombre penetra a la mujer (relación vaginal) es más probable que la mujer adquiera el virus a que el hombre lo adquiera en esta relación, pues la mucosa vaginal es más delicada que el tejido que recubre el glande o cabeza del pene, y al haber contacto entre el semen y al­guna pequeña herida en la vagina se va a facilitar el ingreso del virus al organismo.

2.Por la apariencia de una persona se puede saber si tiene o no el SIDA.

                
No. La única forma de saber si una persona está o no infecta­da con el VIH es con una prueba de laboratorio. No es posible saberlo a simple vista, o por si está muy flaco, o muy gordo, o si tiene ciertas manchas, enfermedades o síntomas, dado que existen otras enfermedades que también provocan inmuno supresión.
La primera prueba de laboratorio que se utiliza es la prueba ELISA para VIH que per­mite detectar las defensas específicas que el cuerpo produ­ce contra el VIH, llamadas anticuerpos. Para ello se necesi­ta tomar una muestra de sangre de la persona que desee el examen. Se le llama prueba presuntiva, porque no es concluyente, su resultado puede ser reactiva, no reactiva  o indeterminada. Si la prueba de ELISA para VIH-1 arroja un resultado positivo debe repetirse y si ésta confirma el resultado inicial se debe realizar el Western Blot para estar totalmente seguros. El Western Blot es una prueba de laboratorio más específica que la de ELISA, porque detecta los anticuerpos individuales contra todas las proteínas que componen el virus. Se le denomina confirmatoria porque con una alta probabilidad define si una persona tiene el virus que causa el sida, el VIH.
Con estas pruebas convencionales los anticuerpos que produce el cuerpo contra el VIH son detectables sólo unos meses después del momen­to en que la persona se infectó. A esto se le conoce como Ventana Inmunológica, o el período de tiem­po comprendido entre el momento del ingreso de la infección y la de­tección de los anticuerpos por la prueba de laboratorio. El peligro aquí es que aunque no se detecte el virus, sí se pue­de transmitir.

3.Si uno tiene contacto social con una persona con VIH se puede infectar.


Definitivamente el contacto social con una persona seropositiva no implica riesgos. El VIH es un virus muy frágil y no sobrevive por fue­ra del cuerpo humano, pues lo afectan con suma facilidad la sequedad, el calor y los desinfectantes comunes. El VIH no se transmite al comer del mismo plato de una persona infectada, o al compartir el sanitario, la cama o su ropa. Tampoco al estrechar la mano, abrazar o tener un contacto corporal que no implique el intercambio de fluidos corporales como sangre, semen o fluidos corporales. Quien esté vi­viendo con el VIH puede convivir con su familia, puede dar y recibir abrazos, besos y mucho afecto.

4.Una persona se puede contagiar de Sida por un beso.


Cuando se habla de adquirir el VIH u otra ITS no se dice que una persona se contagia (esto solo ocurre con objetos) sino que la persona se infecta.  En cuanto a los besos, no se ha identificado ningún caso de transmisión del VIH en el mundo, que se haya producido por intercambio de la saliva en un beso. No hay riesgo de infectar a una persona a través de un beso, siempre y cuando este beso sea normal y no implique ningún tipo de acto violento donde vaya a haber mordiscos que pueden producir sangre, en cuyo caso sí habría posibili­dad de infectar a la otra persona, ya que habría un contacto de sangre con sangre y no por la saliva como se cree.
No existe evidencia científica de que con la saliva se pueda transmitir el VIH. Es cierto que se ha encon­trado el VIH en la saliva, pero su concentración no es la suficiente para que pueda transmitirse de una persona a otra. Lo mismo sucede con el sudor, las lágrimas, la orina y la materia fecal.

5.Ya existe una vacuna para prevenir el SIDA.


No, lamentablemente, aun no hay vacunas para prevenir el VIH o detener el avance del Sida. La investigación para descubrir una vacuna contra el VIH ha hecho constantes progresos durante la última década. Lamentablemente “constantes” no significa que sean lo suficientemente rápidos como para que toda la gente pueda beneficiarse de ella. Aunque los actuales intentos por acelerar el proceso y los programas de investigación para la introducción de vacunas tengan éxito, hay pocas probabilidades de que se pueda disponer  de una vacunación en gran escala contra el VIH antes del final del presente decenio.
Es muy difícil descubrir una vacuna exitosa contra el VIH. En la actualidad se gastan entre $400 y $500 millones de dólares por año en la investigación  de una vacuna contra el VIH, pero a pesar de todos estos esfuerzos, las particularidades del VIH hacen difícil y caro descubrir una vacuna. El VIH difiere de la mayoría de enfermedades infecciosas en que ataca directamente los glóbulos blancos  de la sangre, fundamentales para dirigir la respuesta del sistema inmunitario del organismo, y los vuelve incapaces de controlar la infección o prevenir la enfermedad. 
Las vacunas “clásicas” basadas en un microorganismo completo (virus o bacteria) muerto o convertido en inofensivo, pueden no ser lo suficientemente seguros para emplearse contra este virus porque podrían llevar a una infección  por el VIH. Por lo tanto las vacunas experimentales contra el VIH se basan fundamentalmente en pares de virus, lo que convierte su desarrollo en un desafío aun mayor.
Las múltiples cepas del VIH plantean más complicaciones. Se han identificado alrededor de 10 subtipos  del VIH-1, distribuidos en distintas partes del mundo. Los investigadores aun no saben si será posible desarrollar una vacuna de protección amplia o si será necesaria una vacuna de protección separada por cada subtipo.
Por último, la investigación para una vacuna contra el VIH sigue siendo una “inversión de alto riesgo/bajo rendimiento” para la industria del sector privado. Esto se debe en parte a que son los países de bajos ingresos los que tienen mayor necesidad de la vacuna. Un obstáculo aun más serio –al menos por ahora- es el conocimiento científico insuficiente de los mecanismos mediante los cuales el virus evade las respuestas naturales del sistema inmunitario del organismo. No se sabe con exactitud qué respuestas del sistema inmunitario hacen falta para impedir o controlar la infección por VIH. Hasta ahora los resultados no son los mejores y faltan aun mucho camino por recorrer.

6.Donar sangre implica un riesgo de infectarse con el VIH


No hay posibilidad de que el VIH se transmita al donar sangre, porque los equipos que se utilizan son en su mayo­ría desechables, lo que permite tener la certeza de que no va a haber ningún contacto con sangre infectada. La persona dona sangre, no recibe sangre.
La transmisión sanguínea o parenteral del VIH se realiza cuando la sangre de una persona infectada con el virus del sida (VIH) entra en contacto con algún tejido o parte del cuerpo de otra per­sona, siempre y cuando ésta tenga una herida.
Esta transmi­sión puede darse por medio de un objeto corto-punzante que esté infectado. En este caso puede ocurrir la transmi­sión cuando alguien se somete a una cirugía, o en consulta odontológica, si los instrumentos no han sido esterilizados adecuadamente. Por eso usted debe exigirle al profesional de salud, antes de cualquier procedimiento, que éste cum­pla con las medidas de bio-seguridad tanto para él como para usted.
La transmisión del VIH por sangre sobre piel sana, sin heridas, no es posible. En caso de que alguien se corte lo mejor es no entrar en con­tacto con esa sangre; ponga una barrera de protección que puede ser un guante, y si no puede lávese bien después del contacto si su piel estaba sana. Si está con alguna herida es mejor que se ponga en contacto con algún médico después del incidente.
A través de una trans­fusión sanguínea sí hay posibilidad de adquirir el VIH, pues esta consiste en que le pongan a una persona sangre o derivados de ésta, y si esa sangre no ha sido examinada con anterioridad puede estar infectada y así la persona adquiere el virus, tal como les sucedió a personas hemofílicas que al recibir sangre adquirieron el virus. Para evitar esta forma de transmisión lo recomendable es exigir el sello nacional de calidad en las bolsas de sangre o si es posible realizar una auto-transfusión cuando se trate de una cirugía programada, pues la sangre a colocar es la misma de la persona, que con anterioridad la ha almacenado.

7.La ducha vaginal después de una relación sexual previene el SIDA.


Los virus se transmiten de forma inmediata y si se tiene una relación sexual penetrativa sin condón con una persona in­fectada con VIH, es muy posible que el virus entre al organismo y ya no hay nada que valga en ese momento. Las duchas vaginales son para el aseo, más no para matar el VIH. Es mejor consultar lo más pronto posible al médico e intentar un procedimiento de emergencia para disminuir el riesgo de infectarse con cualquiera de las ITS.

8. Si dos personas que tienen VIH tienen una relación sexual ya no necesitan usar condón, porque de todas maneras están infectadas.


Si la persona ya está infectada con el VIH y contrae una ITS, es posible que ésta contribuya a debilitar el sistema inmune del individuo. Por ello se recomienda tener en todo caso prácticas sexuales protegidas con preservativo. Además el VIH tiene varios tipos de cepas (se han identificado alrededor de 10 subtipos  del VIH-1, distribuidos en distintas partes del mundo) y si dos personas con diferentes tipos de cepas tienen un intercambio de fluidos que las contengan, van a intercambiarlas y se va a producir una situación llamada re-infección; aumentando la cantidad de virus en el cuerpo de la persona y las cepas que la infectan. Esto puede incluso llevar a que desarrolle SIDA más rápidamente.
El hecho de que una persona tenga o haya tenido una ITS permite que esté más propensa a adquirir el VIH. Si la persona tiene una ITS la piel o mucosa está maltratada y posiblemente lacerada, facilitando así la entrada de otra infección, como el VIH.

9.Un bebé que nace infectado con SIDA se muere muy pronto.


Un bebé al nacer puede tener un resultado para la prueba de inmuno-absorción enzimática ELISA positivo, pero éste puede obedecer a que la madre le transmite al bebé los anticuerpos que produce el organismo contra el virus, más no el virus.
Por ello, todo niño o niña que nazca de una madre infectada debe continuar bajo seguimiento médico con el fin de detectar si está o no infectado. Es recomendable repetirle la prueba a los seis, a los doce y a los dieciocho meses de nacido para saber si está infectado realmente, en cuyo caso proceder con todos los cuidados pertinentes para sus vacunas, su alimentación y cuidado bio-psico-social.
Según su nivel de infección y su estado nutricional, un niño o niña que nace infectado con el VIH y no recibe tratamiento, puede vivir en promedio de tres a cinco años. Pero se ha demostrado con los nuevos medicamentos y con apoyo psico-social, que estos niños y niñas pueden llegar hasta más allá de la pubertad y desarrollar vidas relativamente adaptadas a su medio social, sin renunciar a estudiar, enamorarse, ni cumplir con sus sueños.

10. Si una persona tiene un resultado de VIH negativo es que no está infectada y por eso carnetizar a las personas sería bueno.


El SIDA no se puede detectar tan pronto el virus entra al cuerpo por una prueba de ELISA. Con esta prueba convencional, los anticuerpos que produce el cuerpo contra el VIH son detectables sólo unos meses después del momen­to en que la persona se infectó.
A esto se le conoce como Ventana Inmunológica, que es justamente el período de tiem­po comprendido entre el momento del ingreso de la infección y la de­tección de los anticuerpos por una prueba de laboratorio. El peligro aquí es que aunque no se detecte el virus, sí se pue­de transmitir. Una prueba de ELISA puede arrojar un resultado falso negativo, es decir, que en realidad es positivo, cuando la per­sona se encuentra en el período de Ventana Inmunológica.
También una prueba de ELISA puede arrojar resultados falsos positivos, es decir que, aunque la persona no esté infectada aparece un resultado como si lo estuviera debido a la presencia de anticuerpos contra otro tipo de infección.
Por eso es aconsejable repetir la prueba de acuerdo con los criterios clínicos y la posibilidad real de exposición al virus.
En Colombia, el Decreto 1543 de 1997 prohibe exigir cualquier tipo de prueba que permita saber el estado de infección de una persona si ésta no ha dado su aprobación o consentimiento. Solo el personal del centro de salud a través de una prueba clínica, puede identificar si una persona vive con el VIH o con el SIDA. Así mismo, este decreto prohibe la exigencia de esta prueba como re­quisito para ingresar a trabajar, a estudiar o a cualquier club social o deportivo.

Si uno sabe que alguien esta infectado, debe guardar la confidencialidad, de lo contrario puede ser demandado por violar los derechos humanos. Desafortunadamente el SIDA es una enfermedad que lle­va consigo la idea de muerte, y por eso se les teme a las personas que tienen el VIH, porque muchos piensan que al convivir con estas personas se van a infectar y por tanto van a morir. Esto obviamente es un temor infundado. Cuando una persona esta infectada se le ha de dar apoyo emocional, soporte familiar y social, atención integral, seguimiento y valoración constante para conservar su nivel de salud y bienestar.

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