jueves, 18 de febrero de 2016

MITOS: PRODUCTOS DEL DESEO O DEL MIEDO


De sexo, como de comida todo el mundo tiene algo que decir. Es de esos temas en que la mayoría de la gente se siente con derecho a opinar y pontificar aunque sus ideas sean solo producto de su imaginación. Sin embargo ese síndrome de sabelotodo se manifiesta más entre los varones porque en una sociedad machista como sigue siendo la colombiana, se supone que deban conocerlo todo aunque nunca se hayan sentado juiciosamente a estudiar el tema. Siempre que empiezo una conferencia, un curso o una clase de educación sexual me encuentro con auditorios de abrumadoras mayorías femeninas y cuando pregunto  a las mujeres porque no hay más hombres, en general la respuesta se refiere a que ellos ya saben o creen saber. Esta situación ha contribuido a que se mantengan múltiples mitos y falsas creencias sobre la sexualidad en general y sobre la sexualidad de hombres y mujeres en particular. Falsas creencias sobre hombres siempre dispuestos, con erecciones instantáneas, de dur-acción interminable, con listas incontables de amantes que se han rendido a sus encantos que en realidad son seres humanos llenos de temores y necesidades que lo que en realidad quisieran es encontrar a una mujer compañera, comprensiva y amorosa con quien pudieran conocerse y entregarse para crecer y disfrutar, ahí si de verdad.
Mitos sobre mujeres tímidas, ingenuas, vírgenes ignorantes  que esperan a su príncipe azul para que las lleve al paraíso o imágenes de tigresas, vampiresas y seductoras incontrolables que arrasan con su "ninfomanía" a cualquier varón que se cruce en su camino. Mitos que niegan a las mujeres de carne y hueso que no se parecen a las imágenes construidas por la publicidad y las fantasías masculinas que solo les dejan lugares extremos de vírgenes o de prostitutas.

Hay también mitos sobre anatomía y entre esas ideas poco realistas que circulan esta aquella que atribuye penes de mayor  tamaño a los hombres de raza negra, desconociendo investigaciones que muestran lo que el doctor Alonso Acuña denomina con humor la "democracia peneana": a cada cual según su tamaño. Hay hombres de todas las edades que se desvelan por aquello de que entre más grande mejor como si fuera una promoción de cereales para el desayuno y lo que les importara a las mujeres no fuese el hombre detrás del pene y su manera de seducirlas y enamorarlas. También por aquello de los tamaños los cirujanos han hecho su Agosto implantando siliconas para que una mujer se vea con senos varias tallas más grandes de las que le dio la naturaleza como si entre más grandes fuese más mujer, desconociendo que a los hombres les gustan de todos los tamaños y me refiero a altas, medianas y bajitas y les importa más su personalidad y la manera en que los traten que la talla de sostén que ella use. Sobre las relaciones sexuales se han popularizado ideas como la importancia del orgasmo simultáneo que es interesante pero no irreemplazable, la inquietudes por las actividades auto eróticas (léase masturbación) como propias de adolescentes y no de adultos con pareja estable, las preguntas sobre prácticas distintas al coito como causantes de enfermedades (recuerde que si ambos están sanos nada de lo que hagan les va a enfermar), las elucubraciones sobre la eyaculación femenina, las posiciones sexuales y su impacto en el placer de la pareja  e innumerables ideas, algunas ciertas y otras falsas que si no se controlan terminan generando más problemas que soluciones. Así que, infórmese de fuentes serias y considere que siempre se puede aprender, porque el primer paso para crecer es aceptar que hay nuevas cosas por conocer y que preguntar puede ser la mejor idea cuando se tienen dudas.

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