1. El amor es una experiencia incontrolable.
El
amor existe en diferentes formas. Amistad, amor fraternal, amor filial, amor al
conocimiento y amor romántico. El amor pasional o estar enamorad@ implica un
deseo de “unión” con otro ser humano y se manifiesta por ideas, emociones y
comportamientos que ya están claramente definidos por la ciencia, aunque la
experiencia amorosa contenga elementos “misteriosos” para quien ama. El amor
pasional activa los centros del placer y produce reacciones fisiológicas como aumento
de la temperatura, sonrojo, palmas sudorosas, “mariposas en el estómago”,
latidos rápidos del corazón y respiración acelerada. Con el enamoramiento el
cerebro produce endorfinas, sustancias que generan sensaciones placenteras y
estimulantes y ante la persona amada también se incrementa el deseo sexual
relacionado con los niveles de testosterona y la sensación de atracción. Las
sensaciones impulsan a buscar la unión con quien se ama, pero definitivamente
amar a otro ser humano es una decisión que implica más elementos que la
atracción sexual.
2. El amor es
eterno.
El
amor romántico en el que hay componentes de atracción física y emocional
realmente es ¨eterno¨, mientras dura. La pasión es un componente intenso y que
puede aparecer muy rápidamente y con gran fuerza, pero igualmente puede
desgastarse en un lapso relativamente corto. La investigación encuentra un
lapso de dos años como el promedio de duración de relaciones primordialmente
pasionales. El romance es característico de la
literatura clásica como Romeo y Julieta y es su componente de tragedia con la
muerte de los amantes lo que lo vuelve “eterno”. Los amores de la vida real
tiene varios elementos que influyen en su desarrollo, y su permanencia depende
de factores como la atracción, el tipo de compromiso, la intimidad que se
desarrolle, la satisfacción de necesidades personales y la calidad de la
comunicación. Cuando las parejas empiezan a vivir juntas el amor pasional
disminuye, pero si se han desarrollado sentimientos de apego y amistad la relación
se mantiene por ellos.
3. Amar es
poseer.
El
amor relacionado con la posesión del ser amado tiene un alto componente de egoísmo,
inseguridad y necesidad de control del que ama. El amor maduro cree en la
libertad de la otra persona y respeta sus espacios. Amar implica respetar y
entender que la persona amada es diferente y tiene la necesidad de autonomía.
El deseo de fusión entre los amantes tiene límites y cuando estos quieren
eliminarse tienden a ahogar a las personas implicadas y terminan afectando su
desarrollo y aun la relación misma. En este mito se encuentra el tema de los
celos. Muchos creen que si sienten muchos celos es por amor o que si su pareja
es celosa es porque les ama intensamente; pero los celos son señal de
inseguridad, muestran miedos muchas veces infundados y están más relacionados
con inmadurez emocional de la persona celosa que con su capacidad amorosa.
4. Amar es
necesitar.
Cuando
nacemos somos absolutamente dependientes y vulnerables. Al nacer no sabemos
nada del amor, ni de ninguna otra cosa porque somos totalmente ignorantes. Sentimos necesidades básicas que
requieren, durante los primeros años de vida, de otros seres humanos para que
nos ayuden a satisfacerlas. Sin otros no
podríamos crecer y adquirir grados variables de independencia. Cuando nos
satisfacen las necesidades básicas establecemos un vínculo de necesidad. Pero
esto no es todavía una experiencia amorosa aunque si está en su base. Amar es
una experiencia que aprendemos. Es la familia y la cultura la que nos enseña su
idea del amor y las características que
lo determinan. El amor es una emoción, pero también es un comportamiento. Las
expresiones amorosas de una persona son el resultado de sus experiencias
amorosas desde el nacimiento y una persona sana no puede desarrollar su
personalidad en un vacío emocional. En la relación amorosa, la dependencia
emocional es un componente vinculado con la capacidad de compromiso y de
confianza, porque la persona que está amando se hace vulnerable emocionalmente
ante quien ama. Esta necesidad no es física sino emocional. Como seres humanos
vamos a ser emocionalmente dependientes toda la vida, aunque en otras áreas
podamos y debamos desarrollar independencia.
5. Amar implica sufrir.
¨Porque
te quiero te aporreo¨. Esta expresión bastante popular, desafortunadamente
ocurre con frecuencia. El sufrimiento físico y psicológico que se acepta en
aras del amor es inmenso. Tristemente muchas personas, especialmente mujeres,
aceptan maltrato como parte de ser ¨amadas¨. El amor debe ser amable; es decir,
debe buscar el bienestar y crecimiento de la persona amada y no su utilización
o maltrato para satisfacer a quien le ama. La investigación ha encontrado que
el maltrato y el abuso son círculos viciosos. Un niño maltratado se vuelve un
adulto maltratador y esta experiencia a temprana edad marca el tipo de vínculo
que establece al crecer. Muchas personas maltratan a sus parejas porque ese fue
el modelo que vivieron en su infancia, pero definitivamente causar malestar o
dolor físico o emocional no debe ser un componente del amor.
6. Amar es sacrificarse.
El
modelo religioso judeo-cristiano propone un amor sacrificado por quien se ama y
el paradigma está en la figura de un Cristo que entrega su vida por amor a Dios
y para salvar a los pecadores. Otro ejemplo es el sacrificio por los y las
hijas especialmente por parte de las madres a las que se ve como abnegadas y
sufrientes por amor filial.
En
una relación entre personas adultas y en condiciones de igualdad el sacrificio
personal por el otro o la otra debe asumirse con reservas. La renuncia a la
auto-determinación o a la individualidad en aras de un amor, entendido como
fusión, termina agotando a las personas y al limitar su crecimiento y
desarrollo puede incluso terminar con la relación porque es difícil mantener
vivo el sentimiento amoroso hacia una persona que se anule a si misma o este
comportándose constantemente como una víctima.
7. El amor es una experiencia única, especial e irrepetible.
Esta
idea, como la del ¨amor eterno¨ es una distorsión del enamorad@ mientras está
experimentando la euforia del enamoramiento. Es cierto que como somos seres
humanos únicos cada experiencia amorosa es irrepetible, pero no la posibilidad
de sentir amor. Cuando una persona está ¨despechada¨ se convence a si misma que
no va a volver a amar y que el dolor de la pérdida o la traición no se va a
terminar y ¨nunca¨ va a volver a amar. Sensata y sanamente las posibilidades de
amar no se ¨dañan¨, aunque una experiencia dolorosa puede dejar sensibilidad y
prevención. Lo importante es aprender de las experiencias, analizar el por qué
se realizan determinadas elecciones de pareja y fortalecer la auto-estima para
tener mejores herramientas al volver a escoger una nueva pareja y saber que es
una nueva experiencia y que va a ser diferente.
8. El amor solo
se puede sentir por una persona a la vez.
En
la cultura occidental el compromiso hacia el amor romántico se hace de manera
bilateral y con características de exclusividad afectiva y sexual. Sin embargo,
es uno de los elementos que con mayor frecuencia se rompen por los famosos
¨cachos¨ o infidelidades de diverso grado. Teóricamente somos una sociedad
monógama, pero en la práctica hay mucha poligamia. Tradicionalmente los
hombres, pero cada vez más las mujeres, se involucran en más de una relación
simultáneamente. Sin embargo, los niveles de involucramiento sexual y afectivo
con las diferentes personas varían. En una enamoramiento profundo hay poco
lugar para más de una relación, puesto que el ser amado ocupa toda la energía
del amante. Quienes dicen tener varios amores les atribuyen diferentes
características a los sentimientos por una u otra persona. En culturas y
sociedades donde la poligamia es aceptada el consenso es que si se puede amar a
más de una persona a la vez.
9. El amor puede cambiar a la persona amada.
Con esta idea ilusa se han maltratado muchas personas. La ilusión consiste en creer que amar a otro puede cambiar una característica indeseable o un comportamiento inapropiado de esa persona. Ejemplos se ven en la mujer que se casa con un novio alcohólico pensando que con su amor lo va a curar y el matrimonio lo va a cambiar o el enamorado de una mujer infiel que piensa que con su amor la va a volver fiel. Las personas cambian si así lo deciden y en algunos casos requieren apoyo profesional para hacerlo. Hay algunas características que nunca desaparecen de una personalidad, pero pueden aprender a controlarse y a expresarse de maneras más sanas. Durante el cortejo, y al principio de una relación las personas muestran sus aspectos más amables, pero con el paso del tiempo las características más permanentes y no siempre agradables de la personalidad y aun los defectos aparecen e incluso se pueden acentuar. El amor puede apoyar un proceso de cambio, pero por si solo no lo produce en otro ser humano.
10. El sentirse
amad@ es indispensable para ser feliz.
Un
ser humano necesita a otr@s para sobrevivir los primeros años de su vida y
depende de su entorno para su desarrollo emocional.
La
necesidad de experimentar afecto es básica para poder crecer. El ¨Síndrome de
hospitalismo¨ fue estudiado en bebés huérfanos de guerra en orfanatorios en
donde recibían atención a sus necesidades de alimento, abrigo y sueño, pero no
afecto y de los cuales un porcentaje importante morían por falta de amor.
Un
ser humano puede crecer con poco afecto pero su desarrollo se ve deteriorado
por esta carencia. El nivel académico y laboral de las personas se ve afectado
por su situación emocional y afectiva. Se sabe que la ruptura de un noviazgo,
un divorcio o una viudez afectan profundamente la sensación de bienestar de una
persona. La experiencia de sentirse amad@ produce mucho bienestar porque genera
seguridad, incrementa la autoestima, crea motivaciones y de elementos de
proyecto vital, pero no toda la experiencia de felicidad puede basarse en la
experiencia del amor romántico, incluso muchas personas renuncian a este
sentimiento por una experiencia de amor más universal.
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